domingo, 30 de diciembre de 2012

Un plus


A lo largo de la vida nos cruzamos con infinidad de personas, y de la mayoría se ellas al final sólo recordamos lo más básico y banal. Sin embargo, hay unas pocas que, por una razón u otra, te marcan y de las que te acuerdas con una nitidez mucho mayor: porque te ayudaron cuando lo necesitabas, por un gesto característico, por su sonrisa, por su mirada, porque te hicieron la vida imposible en alguna ocasión o porque te ayudaron a crecer en un momento concreto de tu vida, etc. Puede ser por mil razones, sin que ninguna sea mejor que otra para justificar el porqué. Pero te marcan, y no lo olvidas nunca.

Hay veces que a la persona la has visto tan sólo unos segundos, o la conoces sólo durante un día y luego no la vuelves a ver más. Puede ser que el recuerdo sea un gesto o tic característico, aunque en la mayoría de ocasiones lo que recuerdas básicamente es la cara y su expresión: su mirada de tristeza y melancolía, la sonrisa amiga que te aporta confianza, los ojos brillantes indicativos de una conexión especial, la cara de sufrimiento ante la adversidad,… en esos momentos te invade la misma sensación que te marcó hace tiempo y que provocó el recuerdo.


En otras ocasiones, es una persona mayor que tú la que te marca y es debido a que te  enseña y te hace crecer o te orienta en una dirección durante unos meses o años. No me refiero sólo a los padres sino también a abuelos, hermanos, profesores, entrenadores, etc. Todos ellos han aportado en algún momento un rasgo concreto que has adoptado porque lo considerabas útil o que has desechado porque entendiste que ese no era el camino que entendías adecuado.

Por otra parte, están las personas con las que has convivido mucho tiempo por realizar una actividad común y que también te han marcado: compañeros de clase, de equipo, de actividad, de viaje, etc. En estos grupos siempre hay gente con la que tienes más trato y otros con los que menos, pero con casi todos hay anécdotas y hechos que de vez en cuando vuelven a la memoria, más aún si los rememoras con esa persona cuando la ves o debido a que es un buen amigo.

Finalmente, hay un grupo reducido de personas que te marcan aún más y es porque tienen un plus. Con esto me refiero a que cuando estás con ellas sientes que te aportan un poco más, te hacen sentir mejor o te aportan mayor seguridad y confianza. No suelen ser muchos los que tienen este don (o los que lo muestran) y es un privilegio conocer a estas personas. Ojala todos tengáis la suerte de conocer gente así, ya que hacen que tu vida sea mucho más alegre, divertida, despreocupada y sencilla.

Este es mi deseo para todos vosotros en este nuevo año que empieza, que conozcáis gente con este don, con ese plus personal. No los olvidaréis nunca…

 ¡Feliz 2013!

Philipp


2 comentarios:

  1. Me has hecho reflexionar hermano...

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  2. son pensamientos..espero que te hayan ayudado de alguna forma...gracias!

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