A lo largo de la vida nos cruzamos
con infinidad de personas, y de la mayoría se ellas al final sólo recordamos lo
más básico y banal. Sin embargo, hay unas pocas que, por una razón u otra, te
marcan y de las que te acuerdas con una nitidez mucho mayor: porque te ayudaron
cuando lo necesitabas, por un gesto característico, por su sonrisa, por su
mirada, porque te hicieron la vida imposible en alguna ocasión o porque te
ayudaron a crecer en un momento concreto de tu vida, etc. Puede ser por mil
razones, sin que ninguna sea mejor que otra para justificar el porqué. Pero te
marcan, y no lo olvidas nunca.
Hay veces que a la persona la has
visto tan sólo unos segundos, o la conoces sólo durante un día y luego no la
vuelves a ver más. Puede ser que el recuerdo sea un gesto o tic característico,
aunque en la mayoría de ocasiones lo que recuerdas básicamente es la cara y su expresión:
su mirada de tristeza y melancolía, la sonrisa amiga que te aporta confianza,
los ojos brillantes indicativos de una conexión especial, la cara de
sufrimiento ante la adversidad,… en esos momentos te invade la misma sensación
que te marcó hace tiempo y que provocó el recuerdo.
En otras ocasiones, es una persona
mayor que tú la que te marca y es debido a que te enseña y te hace crecer o te orienta en una
dirección durante unos meses o años. No me refiero sólo a los padres sino también
a abuelos, hermanos, profesores, entrenadores, etc. Todos ellos han aportado en
algún momento un rasgo concreto que has adoptado porque lo considerabas útil o
que has desechado porque entendiste que ese no era el camino que entendías
adecuado.
Por otra parte, están las personas
con las que has convivido mucho tiempo por realizar una actividad común y que
también te han marcado: compañeros de clase, de equipo, de actividad, de viaje,
etc. En estos grupos siempre hay gente con la que tienes más trato y otros con
los que menos, pero con casi todos hay anécdotas y hechos que de vez en cuando
vuelven a la memoria, más aún si los rememoras con esa persona cuando la ves o
debido a que es un buen amigo.
Finalmente, hay un grupo reducido
de personas que te marcan aún más y es porque tienen un plus. Con esto me
refiero a que cuando estás con ellas sientes que te aportan un poco más, te
hacen sentir mejor o te aportan mayor seguridad y confianza. No suelen ser
muchos los que tienen este don (o los que lo muestran) y es un privilegio conocer
a estas personas. Ojala todos tengáis la suerte de conocer gente así, ya que
hacen que tu vida sea mucho más alegre, divertida, despreocupada y sencilla.
Este es mi deseo para todos
vosotros en este nuevo año que empieza, que conozcáis gente con este don, con
ese plus personal. No los olvidaréis nunca…
¡Feliz 2013!
Philipp
Me has hecho reflexionar hermano...
ResponderEliminarson pensamientos..espero que te hayan ayudado de alguna forma...gracias!
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