En los últimos años, ha habido un gran cambio en la sociedad con la llegada a través de Internet y de los móviles de última generación de una enorme variedad de redes sociales, ya que casi todo el mundo que se encuentra en ciertos intervalos de edad utiliza una, y la mayoría de la gente dos o más.
Hay algunas de una gran implantación social como son Facebook, Twitter, Tuenti (en España), WhatsApp en los móviles, etc... Pero también hay algunas muy específicas según gustos o temas, en las que unas pocas personas disfrutan mostrando sus hobbies o cuentan lo que más les gusta hacer.
Lo cierto es que son muy útiles para comunicarte con tus conocidos y amigos, con la familia, para hablar con gente con la que sino no lo harías porque por ejemplo no se encuentran en tu país o porque la distancia hace imposible un contacto más o menos mantenido, ya que la factura del teléfono sino sería muy alta.
También han sustituido en parte las llamadas telefónicas, ya que ahora todo es más sencillo que hace unos años, aunque soy partidario de que una llamada es mucho más útil en bastantes de ocasiones que lo que se pueda decir por una red social.
Es cierto que la lista de ventajas sería casi interminable, así que no voy a hablar de ello porque creo que todo el mundo puede encontrar muchas. Sin embargo, también hay desventajas, son pocas, pero las tienen: a lo ya dicho acerca de las llamadas telefónicas quiero añadir algo que me parece mucho más importante y es que, en algunas ocasiones, se está perdiendo hablar con una persona cara a cara, mirándola a los ojos y viendo lo que opina, sus reacciones y gestos. Es decir, se está perdiendo la esencia de la raza humana: la comunicación cara a cara entre nosotros.
Mi opinión personal es que esto es un error. Las redes sociales facilitan mucho las cosas pero no deben sustituir la relación persona-persona, deben ser un complemento de esa relación. También sé que hay gente que no lo entiende así y lo respeto, faltaría más, incluso puede que también haya personas que se sienten más cómodas hablando a través de las redes sociales que en persona, ya sea por timidez, circunstancias personales o porque se han acostumbrado tanto a las redes sociales que luego en persona no saben cómo llevar la situación.
Un ejemplo de lo que quiero transmitir: eso que hemos oído o hemos dicho alguna vez de “Si no fuera por el Facebook no sabría cómo le va”. Otro ejemplo muy claro es el de los cumpleaños: cuántos de nosotros felicitamos al 90% de nuestros amigos virtuales porque la red social nos avisa, no porque sepamos realmente cuándo es su cumpleaños. Creo que todos, porque realmente sólo nos sabemos o tenemos apuntado el cumpleaños de ese 5 o 10% restante, que son las personas que realmente están más cercanas a nosotros.
Así que también que creo que es algo común evitar que caigamos en la influencia excesiva de las redes sociales y las usemos cuando nos aporten un beneficio, pero que las dejemos de lado cuando se trate de establecer una conversación y una relación con la persona. Una relación en la que lo importante sea lo que te transmiten los ojos de la otra persona y no lo que leemos en una pantalla.
Philipp
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